La amígdala y sus circuitos forman un sistema cerebral que procesa las emociones negativas. En el estudio que se realizó entre 60 niños de 7 a 9 años se comprobó a través de un scanner cerebral cómo los niños que estaban más ansiosos o deprimidos, previa evaluación con las escalas correspondientes, mostraban una mayor conectividad entre la amígdala y las otras partes del cerebro implicadas en el procesamiento y la regulación de las emociones. El estrés y los traumas en la niñez han sido relacionados con mayor incidencia de problemas psiquiátricos y emocionales en la vida adulta y estos datos proporcionan evidencias que sugieren que el estrés y la ansiedad en niños pueden jugar un papel en la disfunción cerebral observada en adultos con distintos trastornos psiquiátricos. Shaozheng Qin. Childhood anxiety and depression alter brain circuitry. Abstract 927.06. Program No. XXX.XX. 2011 Neuroscience Meeting Planner. Washington, DC: Society for Neuroscience, 2011. Online. |