Este estudio en el que intervinieron 8964 sujetos de la población española con un seguimiento de 6,2 años de media observa que los consumidores de comida rápida presentan, respecto a aquellos con un consumo mínimo o nulo, un incremento del riesgo de desarrollar depresión del 51%. Además existe una respuesta dosis dependiente, es decir, a más comida rápida se consume mayor riesgo de padecer depresión. Con respecto al consumo de bollería industrial los resultados indican que incluso un pequeño consumo aumenta el riesgo de depresión.

Los participantes con mayor ingesta de comida rápida y bollería industrial, según los datos obtenidos en este estudio, son más propensos a estar solteros, ser menos activos y tener una dieta peor, con un consumo menor de fruta, frutos secos, pescado, verduras y aceite de oliva. Este grupo de personas tiene también como características prevalentes el fumar y trabajar más de 45 horas semanales.

De este estudio se desprende la importancia de cuidar nuestra alimentación. Este tipo de comida influye en nuestra salud física, favorece la obesidad y aumenta el riesgo cardiovascular, y ahora se sabe que influye también en nuestra salud mental.

http://www.fundaciondelcorazon.com/corazon-facil/blog-impulso-vital/2396-comida-rapida-y-riesgo-de-depresion.html

Sánchez-Villegas A, Toledo E, de Irala J, Ruiz-Canela M, Pla-Vidal J, Martínez-González MA. Fast-food and commercial baked goods consumption and the risk of depression. Public Health Nutr. 2012 Mar;15(3):424-32. Epub 2011 Aug 11.